En el marco del Día Internacional de la Enfermería, que se celebra cada 12 de mayo, se destaca el papel fundamental de los enfermeros y enfermeras en la sociedad. Según Lina Karina Bernal Ordóñez, Claudia Suárez Acuña y Ángela Fernanda Espinosa, profesoras del Programa de Enfermería de la Universidad del Rosario, el valor de ser enfermero radica en su capacidad para influir positivamente en la salud pública desde distintos ámbitos: hospitalario, comunitario, emprendedor y académico.
En el contexto hospitalario, los enfermeros se convierten en el principal enlace entre el paciente, su familia y el equipo de salud, acompañando desde consultas externas hasta procedimientos complejos como trasplantes. En la atención primaria, gestionan programas de promoción de la salud y prevención de enfermedades, como la detección temprana del cáncer de cuello uterino. En el ámbito comunitario, fomentan el empoderamiento y el trabajo interprofesional, contribuyendo al desarrollo social como un determinante del proceso salud-enfermedad.
En el sector emprendedor, los enfermeros lideran organizaciones, fundaciones y empresas orientadas al cuidado a lo largo del ciclo vital, desde centros para el adulto mayor hasta servicios de atención domiciliaria. Además, su presencia en áreas de investigación, creación de políticas públicas y docencia refuerza la versatilidad y el impacto de la profesión, señalan las profesoras del Programa de Enfermería de la Universidad del Rosario.
El lema del Consejo Internacional de Enfermeras para 2025, “Cuidando de las enfermeras fortalecemos la economía”, subraya que invertir en enfermería no solo potencia los sistemas de salud, sino también el desarrollo económico. Según informes de este organismo, un aumento del 1 % en la densidad de profesionales de enfermería está relacionado con un incremento del 0,02 % en la esperanza de vida, evidenciando el impacto positivo del sector en la sociedad.
Indican las académicas que, en un contexto global marcado por tensiones sociales y desafíos económicos, la enfermería sigue siendo esencial. Las teorías del Cuidado Humano de Jean Watson y de Kristen Swanson resaltan que cuidar no es solo una intervención clínica, sino un acto ético y transformador. Watson enfatiza el cuidado como una práctica espiritual que humaniza, mientras que Swanson lo define como estar emocionalmente presente y posibilitar el crecimiento del otro.
En definitiva, ser enfermero hoy implica resistir la indiferencia, promover la equidad y construir conocimiento que transforme realidades, reafirmando que el cuidado es tanto un acto científico como un compromiso humano.
Fuente: prensa Universidad del Rosario